Errar en el amor es la peor prisión.
Qué un alma puede contener
Qué a la nada vuelves, despues de nacer.
Eres el rayo, qué precedes al relámpago.
Aquí no hay más luz, qué la que se esconde
Tras la mirada opaca. Una luz que parpadea a intervalos se deja ver y en esos flases veo un distraído Ángel,
qué a soslayos me mira, y siento un letargo de suave
Melodía, que me retorna a mis raíces.
Y resurge lo vivido, y lo mal vivido.
Te pido perdón por mis agravios, por los de mi familia, amigos, y todos los que estamos aquí, y el mundo entero.
Para afrontar sin miedo, ese amor olvidado.
Por mi egoísmo, quiero mudarme y vestir un atuendo de fiesta, quiero sellar la aliancia que nos dimos.
Y sentir el brote de la alegría, por tu presencia siempre viva. Quiero arrojarme a tus plantas para que cures mi herida, para que laves mi vida, para que limpies mi alma.
Solo Tú Alma mía, vida mía, Eres el dueño de mi agonía.
A ti Señor mío, quiero encontrarte, quiero sentirte, quiero abrazarte, en esta tarde fría pero llena de amor mutuo.
Melodía, que me retorna a mis raíces.
Y resurge lo vivido, y lo mal vivido.
Te pido perdón por mis agravios, por los de mi familia, amigos, y todos los que estamos aquí, y el mundo entero.
Para afrontar sin miedo, ese amor olvidado.
Por mi egoísmo, quiero mudarme y vestir un atuendo de fiesta, quiero sellar la aliancia que nos dimos.
Y sentir el brote de la alegría, por tu presencia siempre viva. Quiero arrojarme a tus plantas para que cures mi herida, para que laves mi vida, para que limpies mi alma.
Solo Tú Alma mía, vida mía, Eres el dueño de mi agonía.
A ti Señor mío, quiero encontrarte, quiero sentirte, quiero abrazarte, en esta tarde fría pero llena de amor mutuo.
Mª Mercedes Ramos
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