Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc. Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus hijos que gimen en el purgatorio anhelando la hora de ver tu faz, de recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos, compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar por sus culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y Santas; los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de tus manos su libertad y la gloria eterna.
Oración Final y Responso Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo,
intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito. Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio. V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados. R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego. V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos. R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego. V. Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz eterna. R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego. Padrenuestro. V. De la puerta del infierno R. Saca, Señor, sus almas. V. Descansen en paz. R. Amén. V. Señor, oye mi oración. R. Y llegue a ti mi clamor. Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén. V. Dales, Señor, el descanso eterno. R. Y luzca para ellos la luz perpetua. V. Descansen en paz. R. Amén.
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